Fundacion RenaSer

jueves, 21 de abril de 2016

¿QUÉ HACER SI MI HIJ@ FUE ABUSAD@ SEXUALMENTE?
-Reconocer y validar los sentimientos del niño mediante expresiones afirmativas sin cuestionar (“estás triste”, “te sientes culpable”, etc).
-Permitir al niño que hable libremente.
-Mediante cuentos (ver material de apoyo) trabajaremos la culpa para que vaya interiorizando que no es culpable de nada, y la sexualidad para que le quede claro que el abuso no es sexualidad natural.
-Para facilitar la salida de emociones reprimidas y que cuente lo que desee, se emplearán herramientas como dibujos o representaciones con muñecos.
-Cuando el tema aflore se debe indicar al niño que aunque sabemos que se siente culpable no lo es, que el culpable es siempre el que obliga a hacer algo al otro (excepto en los casos de abuso entre niños, en los que debemos dejar claro que el otro niño no lo sabía y que por eso hay que decirle que no muy fuerte o hasta poner límite físico. En los casos entre niños, que son tan diferentes del abuso adulto, es mucho más necesario trabajar en que el niño sepa que puede decir que no y defenderse, no tanto el buscar culpables).
-Dejarle claro que no está solo, que es querido, que se va a cuidar de él y que sigue siendo el mismo, nada se ha roto.
-Si lo ha llegado a contar, recalcar que es muy valiente por haberlo contado.
-Mediante representaciones aprovechando la fuerza del ejemplo, los padres deben escenificar situaciones en las que uno no quiera hacer algo que el otro le diga que haga, reaccionando usando el “no” o expresando su enfado cuando se sienten abusados en cosas cotidianas.
-Normalizar la sexualidad natural infantil mediante cuentos y hablando con sus padres cuando lo desee, sin frenar su curiosidad con otros niños o el mismo.
-Incidir en su identidad y autonomía yoica (frases como “lo has hecho tu” con los logros, utilizar su nombre muchas veces, hablar de lo que hace el mismo…), que puede haberse visto dañada si el abuso justo se produce en la etapa de reafirmación y diferenciación respecto a los otros (entre los 2 y los 4 años).
-Utilizar la imaginación para jugar a hacer bolas con la culpa o la rabia y sacarlas por la boca vocalizando fuerte.
-Fomentar la conciencia corporal para evitar bloqueos, mediante juegos que impliquen uso de todo el cuerpo, cuentos, juegos de representación.
-Realizar masajes a nivel oral y diafragmático, ya que son las zonas de tensión acumulada y hay que evitarla.
-Practicar juegos de descarga de rabia y expresión de la misma: guerras de almohadas, con churros de piscina, gritar lo que nos enfada, hacer dibujos y romperlos (sería interesante que dibujase al abusador cuando este es adulto).
-Evitar el uso de castigos. Generan culpabilidad y sometimiento al más fuerte, promoviendo el abuso y una vez producido recrudeciendo la culpa.
-Los padres deben intentar no preocuparse ni asustarse, ya que aunque no lo muestren el niño lo percibe y puede pensar que ha hecho algo mal agravando el problema.
-No es recomendable someter al niño a nuevos exámenes ni entrevistas que toquen directamente el tema del abuso (si la primera vez que es necesaria, y siempre aclarando que esta vez unos adultos van a verle pero que es porque son médicos y mamá o papá están delante), ya que agravaría el problema respecto a la culpa y sentirse mal consigo mismo.
-Hay que valorar la necesidad o no de terapia.

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