Fundacion RenaSer

viernes, 15 de abril de 2016

Lo que más facilita que se produzca una situación de abuso sexual (y en general de abuso de cualquier tipo) es una educación autoritaria por medio de castigos, intimidación y poder. Este trato continuado hace ver al niño que hay que someterse al adulto sin atender a razones, hacerlo sin rechistar y siempre obedecer a la figura de poder. El niño pierde capacidad de reacción, de pensamiento crítico, de sentir que es una persona digna de respeto. Con una crianza autoritaria se favorece la anulación del yo del niño, la tendencia a la culpa (que agrava el problema posterior al abuso), la sumisión.

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