Fundacion RenaSer

lunes, 29 de febrero de 2016

Debido a la ausencia, en numerosas ocasiones, de un daño físico visible, así como a la no existencia de un conjunto de síntomas psicológicos que permitan su detección y diagnóstico unívoco, el abuso sexual infantil ha sido una tipología difícil de estudiar. Por otro lado, se añaden las dificultades relacionadas con el tabú del sexo y, en especial, al relacionar éste con infancia, así como el escándalo social que implica su reconocimiento.
¿Qué medidas preventivas sugiere a los padres para evitar los abusos sexuales?
Como el perfil de persona abusadora es tan complejo, ya que es alguien cercano al menor, y mayoritariamente alguien de confianza incluso un familiar, la prevención va más dirigida al niño/a. La mejor forma es dotar a nuestros hijos de una confianza plena y de una autoestima sana y fuerte. Para ello, desde que nacen debemos tratarles con respeto, y hacer que las personas que tratan con ellos también lo hagan. Si fomentamos el respeto hacia ellos, cuando alguien no los trate así, serán capaces de contarlo.
El abuso sexual infantil pueda salir a la luz de una forma accidental cuando la víctima decide revelar lo ocurrido -a veces a otros niños o a un profesor- o cuando se descubre una conducta sexual casualmente por un familiar, vecino o amigo. El descubrimiento del abuso suele tener lugar bastante tiempo después (meses o años) de los primeros incidentes.
En realidad, solo en el 20% de los casos los niños revelan el abuso; únicamente el 8% se denuncia a las autoridades; y tan solo el 2% se encuentran envueltos en procesos judiciales. Esto se debe a que los menores presentan muchas limitaciones para denunciar los abusos sexuales y no presentar habitualmente manifestaciones físicas inequívocas (debido al tipo de conductas sexuales realizadas: caricias, masturbaciones, etc.).
Estos son algunos indicadores físicos, comportamentales y de posible abuso sexual infantil.

viernes, 26 de febrero de 2016

Para la prevención, se deben considerar mínimamente los siguientes elementos:
• Propiedad del cuerpo.
• “Partes privadas” del cuerpo.
• Identificación y aceptación de las propias sensaciones sean agradables o desagradables.
• Caricias positivas y negativas.
• Situaciones de riesgo y conductas “aviso”.
• Abuso sexual y posibles abusadores.
• Secretos y amenazas.
• Fuentes de ayuda.
• Estrategias de acción frente a posibles situaciones de abuso: regla de oro.
• Salir del lugar.
• Buscar ayuda.
• Contar hasta que les crean.

Es importante mencionar que uno de los factores de mayor riesgo para el abuso sexual infantil, es el maltrato físico previo, ya que un niño que ha sido golpeado cree en las amenazas y el silencio frente al temor generado por éstas posibilita el abuso. Por esto, al trabajar con padres de familia y maestros se debe enfatizar este aspecto, a la vez que se mejoren las habilidades de comunicación de los mismos con sus hijos o alumnos.
En el abuso sexual infantil un aspecto de suma importancia es el hecho de que la mayoría (más del 80%) de los casos de abuso sexual es cometido por parte de personas cercanas a la víctima y en las cuales confiaban, como ser miembros de su familia (desde padres hasta padrinos), personas a cargo de su cuidado o encargados de su formación. Al ser personas conocidas por el niño, pueden ejercer control sobre éste a través de amenazas, recompensas o persuasión. El miedo ante la amenaza de daño físico, principalmente, facilita el silencio de la víctima, el cual permite la repetición del abuso. El silencio, unido a un gran sentimiento de culpa lleva a la justificación de la violencia ejercida por el agresor.
Signos y Síntomas que pueden hacer sospechar Abuso Sexual Infantil.
No es necesario encontrar signos físicos para sospechar esta patología, no obstante, cuando se evidencian, ayudan a confirmar la presunción del mismo. Es importante observar: El relato, las manifestaciones emocionales que lo acompañan, así como la conducta actual del niño.
- Indicadores comportamentales y emocionales en las diferentes etapas evolutivas (no específicos):
Preescolares (2 a 5 años)
• Trastornos del sueño: pesadillas, insomnio, terrores nocturnos.
• Llanto incontrolado.
• Conductas hipersexualizadas o masturbatorias
• Conductas regresivas
• Enuresis, encopresis.
• Retraimiento social, aislamiento.
• Temores inexplicables por personas o situaciones (fobias).
• Temor extremo al exámen físico
• Excesiva sumisión al adulto
• Conductas agresivas
• Quejas somáticas
• Tristeza y apatía

* No siempre están relacionadas con abuso sexual infantil, pero por eso, es importante observar las condiciones en un inicio planteadas. Lo que sí nos da una pista, es de que algo sí está ocurriendo en el menor.

jueves, 25 de febrero de 2016

Los casos de Abuso Sexual Infantil ocurren lenta y progresivamente, el abusador cuida en la mayoría de los casos de no dejar indicios en el cuerpo del menor.
 En general las acciones no son violentas,. Abarcan una amplia gama de situaciones desde el exhibicionismo, obligar a los niños a participar de material pornográfico, prostitución infantil, rituales sexuales, contactos físicos inapropiados, como caricias, besos, masturbación, manoseo (manipulación de los genitales en general), introducción de objetos en la vagina, el ano, fellattio, hasta el coito. Si bien la dinámica familiar del Abuso Sexual Infantil tiene algunas diferencias con los niños víctimas de maltrato físico, tiene en común con ésta que el que actúa es en el 90% de los casos, un conocido del menor, pudiendo ser el progenitor, el tutor, el cuidador permanente o transitorio. No solo suelen estar involucrados los familiares directos (padres, padrastros, abuelos, hermanos, tíos, etc), sino también los individuos que cumplen un papel en la supervisión, el cuidado y la asistencia del niño (educadores, profesores de actividades deportivas y recreativas, maestros de música, personal de salud, etc.).
Es fundamental no concebir el abuso sexual como una cuestión únicamente concerniente a la sexualidad del individuo, sino también como un abuso de poder fruto de la asimetría de edad entre abusador y victima. El “poder” no siempre viene dado por la diferencia de edad, sino por otro tipo de factores. El abuso sexual entre iguales es una realidad a la que no debemos cerrar los ojos. En este caso, la coerción se produce por la existencia de amenazas o por que hay seducción, pero la diferencia de edad puede ser mínima o inexistente. Aún así, se consideraría abuso sexual.
Si bien en la gran mayoría de los casos los niños no suelen mentir
cuando realizan una denuncia de abuso sexual, no debe descartarse la posibilidad de que esto ocurra. De hecho, sólo el 7% de las declaraciones resultan ser falsas (fenómeno de simulación). Sin embargo, los falsos testimonios pueden aumentar considerablemente (hasta un 35%) cuando las alegaciones se producen en el contexto de un divorcio conflictivo (Echeburúa y Guerricaechevarría, 2000, 2006). 
En estas circunstancias los niños pueden ser objeto de utilización y de engaño por parte de un miembro de la pareja para vengarse del otro (bien por deseos explícitos de venganza, bien por la falta de aceptación de una nueva relación de la ex pareja) o para conseguir la custodia del niño o cambios en el régimen de visitas. De este modo, ciertas conductas de expresión de cariño, como caricias o besos, pueden ser malinterpretadas y sacadas de contexto por las figuras más próximas al niño (Urra, 1995, 2002).

lunes, 22 de febrero de 2016

En el abuso sexual infantil el diagnóstico no es nada fácil y como suele pasar desapercibido durante mucho tiempo, deja marcas emocionales, que cuanto más antiguas, mas difícil son de relacionar con el hecho y a veces, más complejo de tratar. Además, la confirmación diagnóstica es difícil y se basa en el relato del niño, sus juegos, la historia clínica, el examen físico y los exámenes psicológicos o peritaje psicológico. Sin 
embargo, pocas son las veces que se encuentran signos físicos de certeza como los relacionados con enfermedades venéreas, desgarros en zona genital o embarazo.

El abuso sexual infantil no ocurre solo en poblaciones marginales sino que abarca todas las culturas y todas las clases sociales. La estimación de mayor demanda que hay en la actualidad, se debe a que reciénahora las personas involucradas se están animando a denunciarlo.
El tema del abuso sexual infantil es complejo y por demás, requiere la sensibilización de quien lo trata, ya que constituye uno de los traumas psicológicos más intensos y sus consecuencias suelen ser devastadoras para la estructuración de la personalidad de quien lo sufrió. Pereda, (2010).

viernes, 19 de febrero de 2016

Las consecuencias psicológicas que se han relacionado con la experiencia de abuso sexual infantil pueden perdurar a lo largo del ciclo evolutivo y configurar, en la edad adulta, los llamados efectos a largo plazo del abuso sexual. También es posible que la víctima no desarrolle problemas aparentes durante la infancia y que éstos aparezcan como problemas nuevos en la adultez.
Se habla de efectos a largo plazo cuando éstos se encuentran a partir de los dos años siguientes a la experiencia de abuso, presentándose aproximadamente en un 20% de las víctimas de abuso sexual infantil.
Los efectos a largo plazo son, comparativamente, menos frecuentes que las consecuencias iniciales, sin embargo el abuso sexual infantil constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de una gran diversidad de trastornos psicopatológicos en la edad adulta. La información actualmente disponible tampoco permite establecer en esta etapa vital un único síndrome específico, o conjunto de síntomas diferenciados, asociado a la experiencia de abuso sexual, afectando éste a diferentes áreas de la vida de la víctima; así como no permite confirmar la existencia de una relación lineal entre la experiencia de abuso sexual infantil y la presencia de problemas psicológicos en la edad adulta, existiendo múltiples variables que parecen incidir en esta relación. Los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil han sido considerados especulativos, destacando la dificultad que entraña su estudio, especialmente al ser comparados con las consecuencias iniciales, y principalmente dada su interacción con otro tipo de factores relacionados con el paso del tiempo (López, 1993).

jueves, 18 de febrero de 2016

El abuso sexual infantil no ocurre solo en poblaciones marginales sino que abarca todas las culturas y todas las clases sociales. La estimación de mayor demanda que hay en la actualidad se debe a que recién ahora las personas involucradas se están animando a denunciarlo, lo que se refleja en una mayor cantidad de consultas, tanto en el nivel hospitalario como en el privado.
El diagnóstico no es nada fácil y como suele pasar desapercibido durante mucho tiempo deja marcas emocionales, que cuanto más antiguas, más difícil son de tratar. La confirmación diagnóstica es difícil y se basa en el relato del niño, sus juegos, la historia clínica, el examen físico y los exámenes complementarios. Sin embargo, pocas son las veces que se encuentran signos físicos de certeza como los relacionados con enfermedades venéreas, desgarros en zona genital o embarazo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Factores protectores a fortalecer en los niños frente al abuso sexual
Conocimientos sobre:
• Derechos y responsabilidades
• Limites adecuadas en la relación con pares y con adultos. en particular cuando suponen presión, engaño o violencia.
• Reconocer partes del cuerpo
• Identificar partes intimas (genitales)
• Reconocer los distintos tipos de caricias por las partes del cuerpo en que se dan (Partes visibles y partes privadas) y sentimientos que provocan (vergüenza, alegría. etc)
• Normas de seguridad familiar (dirección y teléfono de casa)
• Identificación de personas de confianza dentro y fuera de la familia.
• Diferenciar responsabilidad sobre hechos (reconocimiento de daño evidente) y culpas atribuidas (trasladar idea y responsabilidad de daño).
• Diferenciar entre información que se debe guardar y secretos que no deben ocultarse
• Concepto del abuso sexual e identificación acorde a la edad.


Una de las formas de maltrato infantil que mayores consecuencias tiene en la vida de la víctima es el abuso sexual. Este puede ser definido como "la participación del niño en actividades sexuales que no puede comprender, para las que no está preparado por su desarrollo, a las que no puede otorgar su consentimiento y que violan los tabúes sociales y legales". De esta forma, se aclara que podría considerarse como abuso sexual infantil cualquier conducta de tipo sexual, incluso aquella sin contacto físico como es la exposición del niño a material pornográfico, pasando por diversas conductas sexuales que implican varios grados de violencia.

Psicólog@s, medic@s, politic@s, pedagog@s, maetr@s, medios de comunicación y trabajador@s sociales, somos agentes de cambio social, por ello debemos responder a problemáticas sociales que se presentan en nuestro país. La prevención del abuso sexual infantil es una de estas respuestas, por esto, debemos comprometernos en esta tarea. Unamos nuestros esfuerzos aislados para brindar soluciones efectivas.

martes, 16 de febrero de 2016

La prevención del abuso sexual infantil, debería iniciarse al mismo tiempo en que se enseñan reglas de seguridad a los niños. De acuerdo a la Academia Americana de Pediatría, la prevención del abuso sexual debería iniciarse a los 18 meses de edad, comenzando con la identificación de las partes del cuerpo, para posteriormente delimitar las partes privadas del mismo. A partir de los tres años, los niños deberían poder decir No ante situaciones de abuso y diferenciar las caricias que reciben. Desgraciadamente, la mayoría de los padres no cuentan con la información necesaria para realizar este trabajo preventivo.
"Un hijo y un esclavo son propiedad de los padres y nada de lo que se haga con lo que le es propio es injusto, no puede haber injusticia con la propiedad de uno".
Aristóteles
Este pensamiento refleja en gran medida, la forma en que muchos padres justifican el maltrato al que someten a sus propios hijos. El maltrato infantil es un fenómeno mundial cada vez más alarmante. Nuestro país registra un número creciente de denuncias, las cuales muestran que seis de cada diez niños son maltratados en su familia y tres de ellos son víctimas de abuso sexual por parte de conocidos. Sin embargo, sabemos que gran parte de los casos no son denunciados debido a que la violencia contra la niñez es una práctica socialmente aceptada en nombre del amor y de la disciplina, atentando contra los derechos de niños, niñas y su dignidad de personas.
Entre los rasgos psicopatológicos más frecuentemente observados en los agresores sexuales, incluyen déficits en el control de impulsos, problemas de conducta en la infancia y abuso de alcohol y drogas, así como rasgos de personalidad entre los que destacan la falta de empatía y un alto índice de egocentrismo y manipulación.
Cuando hablamos de prevención del abuso sexual infantil, uno de los factores de mayor riesgo para este tipo de abuso, es el maltrato físico previo, ya que un niño que ha sido golpeado cree en las amenazas y el silencio frente al temor generado por éstas posibilita el abuso. Por esto, al trabajar con padres de familia y maestros se debe enfatizar este aspecto, a la vez que se mejoren las habilidades de comunicación de los mismos con sus hijos o alumnos.

lunes, 15 de febrero de 2016

La prevención del abuso sexual infantil debe unir esfuerzos individuales, familiares y comunitarios, respondiendo a las necesidades particulares de cada lugar y de la población a la que va destinado el programa. Brindar esta información a padres de familia y maestros facilitará la detección y denuncia del abuso sexual infantil, además de otorgarles herramientas a través de las cuales podrán hablar sobre el abuso sexual con los niños superando un gran tabú. Se debe enfatizar el trabajo preventivo primario, con niños preescolares ya que la edad de mayor riesgo se encuentra entre los siete a once años.
El descubrimiento del abuso sexual infantil como maltrato frecuente y con importantes y perdurables efectos psicológicos, tanto a corto como a largo plazo, ha dado lugar en la última década a un notable crecimiento de los estudios sobre este tema. En nuestro país, la apatía sociopolítica y el lento desarrollo de los sistemas de protección social para estos casos, han producido un retraso en el estudio de este tema y, sobre todo, en el conocimiento y la sensibilización social al respecto.
En el abuso sexual infantil, qué debe saber los padres y los niños?
- Los abusadores no son personas extrañas ni desconocidas
- Generalmente no se usa la agresión física
- Los varones también pueden ser víctimas de abuso sexual
- Los niños/as nunca son culpables
- Los niños/as deben tener sistemas de apoyo
- Los niños/as deben contar siempre a un adulto lo ocurrido
- Si un niño/a recibe información de otro niño/a que ha sido
abusado/a, debe contárselo a un adulto.

viernes, 12 de febrero de 2016

El abuso sexual cuenta con el silencio! En casos comprobados de abuso sexual infantil la familia no quiere actuar legalmente, ya sea porque el abusador es cercano a ellos, por la vergüenza social, porque no creen en el sistema o porque piensan que pueden “solucionarlo” ellos mismos. Y de alguna manera esto ayuda a que los abusadores sexuales no enfrenten sus consecuencias y lo que es peor, lo puedan seguir haciendo a otros niños y niñas. Con lo que el niño/a abusado siente que no fue escuchado.
En la prevención del abuso sexual infantil, es importante:
Enseñar a los niños a respetarse, a decir no y a contar las cosas que les ocurren a sus adultos de confianza. Además, hay que trabajar en terapia con los que han sufrido un abuso, ya que una de las secuelas que ocurren en estos casos es que el 20% de los niños se convierten más adelante en abusadores, algo que se puede evitar si un especialista trabaja con ellos. Y, en tercer lugar, se debe enseñar a progenitores y educadores a detectar los pequeños síntomas que emiten los menores cuando están sufriendo abusos.
La prevención hay que trabajarla desde casa y desde los propios centros educativos. Es muy recomendable que los colegios busquen profesionales que les asesoren en esta materia. Padres y educadores deben conocer las herramientas necesarias para detectar los síntomas o los indicios de un abuso sexual.
Los padres deben tener una buena comunicación con sus hijos, basada en la confianza y siempre adecuada a su edad. Además, es fundamental escuchar a los pequeños, reforzarles que entendemos cómo se sienten y que nos importan. De esta forma, si alguien intentara algún tipo de abuso, ellos se lo contarían desde el primer momento a sus padres.
Otro elemento importante es hablar del cuerpo. Hay que explicar a los niños, que hay unas partes íntimas que nadie debe tocar excepto si es un médico o alguien que les está bañando. Y, en cualquier caso, jamás deben aceptar una situación en la que otra persona les haga sentirse molestos.
Por otro lado, es muy importante hablar de sexualidad. No debemos descalificarlos ni insultarlos como guarros o cochinos cuando se toquen alguna de sus partes o pregunten por alguna zona íntima. De lo contrario, considerarán que es un tema tabú y si les ocurre algo respecto a este tema no lo contarán, porque se sentirán sucios, cochinos o culpables.
Por otro lado, es adecuado hablar de abusos y afectos. La línea que los separa a veces no está demasiado clara, puesto que suceden normalmente de una forma gradual. Se les debe poner ejemplos y hablar de forma clara con ellos de este tema. Es muy importante, insistirles en que cuando un secreto les incomode es fundamental que lo cuenten. Que sepan que puede haber secretos buenos y malos.
Asi, padres, profesores y familiares deben potenciar su autoestima, su asertividad y su capacidad de buscar soluciones y pedir ayuda. Los adultos deben ayudarles en ello y a entender que hay límites que nadie debe nunca traspasar.
Parte de las situaciones que hacen que el abuso sexual infantil siga existiendo en números alarmantes, es el hecho de no reconocer a los niños y niñas como seres humanos capacitados totalmente de derechos propios y decisión sobre su cuerpo. Otro factor relevante es que no existe una educación sexual-afectiva adecuada en ningún nivel en el país, se siguen transmitiendo los mismos mitos en torno a la sexualidad. Frecuentemente pasa que cuando los niños/as tienen la valentía de hablar no se cree en su palabra.
¿Qué es abuso infantil? 
Muchas veces se cree que algunas de las acciones que se llevan a cabo para "educar" a l@s hij@s, no son maltrato. Son consideradas "normales" para una educación efectiva, pero no es así. Se puede estar maltratando y lastimando, más que llevar a cabo acciones positivas para un sano desarrollo del menor. Es importante conocer y aprender nuevas y más sanas formas de educación.

jueves, 11 de febrero de 2016

Tips para comenzar el trabajo preventivo y en promoción de salud sexual-afectiva:
Entender que la sexualidad se da desde que nacemos y debe ser educada desde entonces.

Reconocer que la educación sexual se compone de elementos afectivos, emocionales, corporales y conductuales, por ende la educación se basa en conocimientos sexuales correctos y actitudes sexuales adecuadas.
Registrar que la sexualidad está íntimamente relacionada con los valores familiares y las creencias sociales y que toca sentimientos y emociones.
La sexualidad tiene un fundamento biológico e instintivo que si se restringe o se expone demasiado puede llegar a pervertirse.
Ver la sexualidad como algo natural del ser humano, con etapas diferentes que van ampliando a medida que la persona va creciendo.
Enseñar a los niños y niñas habilidades asertivas que les puedan servir de autoprotección, como tener el derecho de decir NO.
Educar sobre los derechos de la infancia.
Identificar las situaciones de riesgo que vulneralizan a los menores a ser abusados.
Aumentar el conocimiento en niños y niñas sobre los abusos sexuales y los agresores.
Hablar con los infantes y adolescentes sobre las posibles técnicas que utiliza el agresor para seducirlos.
Asociar la educación sexual con el afecto y el amor.

Cuando existe violencia familiar, aún si los niños no son directamente maltratados, sufren consecuencias de índole psicológica. Existen casos en los que los conflictos de la pareja vuelven más vulnerable al menor, y puede buscar protección fuera del ámbito familiar ya que no se siente seguro en su hogar, volviéndose más propenso a convertirse en víctima de abuso sexual. 
Es importante la sensibilización de los jueces y magistrados, para que valores ésta situación y no expongan a los menores a una convivencia que solamente refuerza la violencia.

La prevención de los abusos sexuales es responsabilidad de toda la sociedad. Pero cabe mencionar algunos profesionales que pueden hacer un trabajo más puntual y específico debido a las características de la labor que realizan y la preparación que poseen, estos son los psicólogos, educadores, trabajadores sociales, médicos. Los cuales pueden desarrollar programas y estrategias continuas para abordar temas como el abuso y hacer un trabajo preventivo y en promoción de la salud.
También los padres y madres deben funcionar como pieza básica de guía y educación de sus hijos en el tema de abuso sexual en la infancia, siendo promotores de salud sexual-afectiva, educándose en las diferentes etapas de la sexualidad, desbaratando sus propios mitos y siendo protectores de sus hijos e hijas.